JORGE LUIS BORGES - OBRAS COMPLETAS II (1952-1972) – EDICIÓN CRÍTICA

(ANOTADA POR ROLANDO COSTA PICAZO)

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Por Silvio C. Lizárraga

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Segunda entrega

Emecé nos trae el segundo volumen de la edición crítica de las obras completas de Borges anotada por Costa Picazo. Este tomo incluye Otras inquisiciones, El hacedor, El otro, el mismo, Para las seis cuerdas, Elogio de las sombras, El informe de Brodie y El oro de los tigres. El precio supera los $300, pero es una obra indispensable para el investigador especializado y para el aficionado a la obra de Borges, excelentemente presentada en un volumen con tapas duras blancas.

Como en la anterior entrega, y más allá del valor enorme de la obra borgesiana, las notas son el centro de atención. Resulta muy interesante ver como se despliega una gran cantidad de fuentes poco accesibles para el lector aficionado, y aún para el lector dedicado a la obra de Borges.

Es sabido que pocos manejaron la intertextualidad con tanta maestría literaria como Borges, y también es sabido que muchas de sus fuentes eran apócrifas. Esta cualidad de la obra pone siempre a la defensiva al lector que duda constantemente de la cita o del autor o del libro mencionado. A tal efecto, las notas son de suma ayuda para determinar la precisa localización de las fuentes.

Antes de comprar el libro el consejo que podemos dar desde acá a los lectores es que vayan a alguna librería donde puedan sentarse a leer gratuitamente, tal vez con un café de compañía. El libro es altamente recomendable.

Aquí me voy a dedicar a destacar algunas de las notas que me parecieron las más interesantes de Otras inquisiciones y de El hacedor, y dejaré que el lector descubra por su cuenta el resto.

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Algunas notas de Otras Inquisiciones

En la nota 4 se sintetiza la interesante historia del epígrafe al texto La muralla y los libros. La traducción del epígrafe es: “Él, cuya larga muralla el errante tártaro rodea…” y pertenece a The Dunciad de Pope. Lo que nos trae la nota 4 es la historia detrás de ese olvidado texto datado en 1728. Dicha obra es una sátira maliciosa que escribió Pope como venganza contra los que criticaron su edición de las obras completas de Shakespeare. El trabajo de Pope operó mucho sobre el texto shekaepeariano, corrigió la puntuación y mejoró el ritmo, además de incluir antojadizas enmiendas y supresiones. En 1726, Lewis Theobald publicó la obra completa de Shakespeare “restaurada”. El caso es que en The Dunciad (palabra que proviene de dunce: burro) Pope ridiculiza a Theobald.

La nota 219 es sobre Lamed Wufniks y trae la historia de los Hombres buenos cuyo origen tal vez sea el capítulo 18 del Génesis. La leyenda cuenta que Dios entregó al mundo una cantidad indeterminada de hombres buenos que justifican el universo ante la maldad de la humanidad. No son conscientes de su condición ni se conocen entre ellos. Ahora bien, la nota 219 dice que Dios le pide a Abraham que busque 10 hombres justos para no destruir Sodoma. Sin embargo, la historia en la Biblia es más interesante (Génesis 18:26): “Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta hombres justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos”. Pero Abraham le dice a Jehová que si encontrara 45 no sería justo destruir la ciudad por falta de 5 hombres. Entonces Dios baja la cifra en 40 hombres justo. Pero Abraham, con el mismo argumento, dice que si hallara 35 hombres sería injusto destruir la ciudad por falta de 5 hombres. Dios entonces baja la cifra a 30 hombres. Abraham regatea la cifra de este mismo modo hasta llegar al número de 10 hombres justos, Dios dice que no destruirá la ciudad por amor a esos 10, y es así como llegamos a ese número. Ahora, todos sabemos que Sodoma fue destruida, y si consideramos que Jehová es omnipresente y omnipotente (como quiere la Biblia), podemos inferir que sabía que no había en toda Sodoma 50 o 40 ni siquiera 10 hombres justos. La pregunta que surge es por qué Dios pierde tiempo discutiendo con Abraham sobre la cantidad de hombres a encontrar si sabe que no existe ninguno que sea justo. Es otro de los misterios divinos que la mente humana nunca develará.

Hay otro grupo de notas muy interesantes que merecen mención: la nota 334 que trae la transcripción del soneto de Góngora Varia Imaginacion, –que no había podido leer hasta ahora, y que, a decir verdad, sólo valen los dos ultimo tercetos; la nota 554 sobre Poe y Shakespeare mezclados por la figura de Próspero y la muerte Roja; la nota 687 que trae largos párrafos de Pascal donde habla del hombre y su doble naturaleza; la nota 1166 trae la traducción -para mí milagrosa ya que está vertida del alemán- del epígrafe de Nueva Refutación de Tiempo que dice: “Antes de mí no había tiempo, después de mí no habrá ninguno / Conmigo se genera, conmigo sucumbirá también” (Daniel von Czepko, Sexcenta monodisticha sapientum, III, 1655); asimismo, la nota 91 es muy interesante porque trae una traducción del famoso fragmento lírico Kubla Khan de Coleridge.

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Algunas notas de El hacedor

En la nota 23 encontramos algo muy interesante: una “polémica”. Hasta aquí, al menos en mi lectura, las notas habían sido pulcras referencias de fuentes, acontecimientos biográficos, citas de reportajes, rastreo de textos, etc. Sin embrago aquí tenemos una disputa entre Costa Picazo y Rodríguez Monegal. La nota está referida a la figura de los tigres en la obra de Borges. Como es costumbre en esta edición crítica, la nota 23 nos trae la detallada y precisa lista de los textos más importantes donde aparece la figura del tigre. Nos trae también un extracto de un reportaje-diálogo realizado por Jorge Cruz para el diario La Nación, 1985, bastante difícil de conseguir. Allí Borges recuerda un poema de Blake y una definición que da Chesterton sobre el tigre: “el tigre es un emblema de terrible elegancia”. Luego encontramos lo que podemos llamar una polémica, cito: “El tigre es una imagen que se repite en la obra de Borges (…) su connotación varía con el contexto. Por eso el intento de algunos biógrafos de “explicar” el significado del tigre en la obra de Borges se torna superfluo. Encontramos un ejemplo de esta tentativa en Borges. Una biografía literaria, de Emir Rodríguez Monegal, donde el tigre es símbolo de tantas cosas que al final pierde toda significación.” La polémica está en las últimas palabras, pero también se encuentra solapada en el modo en que llama a Rodriguez Monegal: “biógrafo”. La distinción con el “crítico” es clara y Costa Picazo defiende su campo de investigación, no está dispuesto a entregar la “interpretación” de la obra de Borges a los “biógrafos”.

La nota 56 es sobre el “gorilezco” texto El simulacro, uno de los numerosos textos políticos de Borges. Ese texto es muy famoso y trata sobre una representación del funeral de Eva Perón realizado en un pueblo. Lo interesante de la nota 56 es que trae un extracto del reportaje que le realizara Reina Roffe a Borges, donde habló sobre este texto en particular. Allí cuenta que lo que refiere en el texto no fue inventado por él. Borges dice: “Esta historia me la habían contado dos personas que no se conocían entre sí, de modo que ocurrió en el Chaco, yo no la inventé, además no es una hermosa invención tampoco, es bastante torpe, bastante desagradable ver a alguien que pasea con un ataúd, con una figura de cera, que está jugando a ser un cadáver; es una idea terrible…” Tal vez El simulacro pueda ser leído como el único cuento de terror de Borges.

La nota 159, sobre el texto Ragnarök, pone sobre el tapete el diario de Bioy Casares, Borges, otra monumental obra de 1700 páginas. En la nota 159 se lee un fragmento muy breve del diario donde Bioy cita palabras de Borges sobre la lectura simbólica del cuento Ragnarök, pero voy a citar lo que no se lee en la nota: “Borges: Cuantos leen mi cuento Ragnarök, creen que deben interpretarlo como una sátira del peronismo, como una sátira contra la política universitaria. No comprenden que pueda ser lo que es: un sueño, y como sueño, vagamente simbólico… Shaw, escribiendo sobre Ibsen, solía afirmar: “aquí lo que quiso decir es…”. Alguien le preguntó: “¿Cómo sabe eso?” Shaw contesto que él era un crítico, que la misión del crítico no era repetir lo que decían los autores, sino descubrir el sentido profundo de lo que escribían. Estoy de acuerdo: muchas veces uno no sabe el significado de lo que escribe y descubrirlo es la parte del crítico, pero mi cuento es meramente un sueño, tal como lo soñé. La gente, acostumbrada a las cosas que yo escribía antes, espera vueltas, que no hay. Lo único que no estaba en el sueño era Ureña. Lo puse como un saludo y también un poco pérfidamente, para preparar esas caras toscas y negras de los dioses que se ven al final. Ya no mansamente toscas y negras, como la de Ureña, sino aviesamente.” (pág. 480)

La nota 207 es sobre el poema Ajedrez. En el segundo poema hay una mención a Omar Khayyan. Lo interesante es la cadena de traducciones que circula en el trasfondo del poema. Las Rubáiyát de Khayyan fueron traducidas al inglés por Edward Fizgerald, ese trabajo fue leído y traducido al español por Jorge Borges (padre), que a su vez fue leído por Jorge Luis Borges y extrapolado al poema Ajedrez II. Es interesante pensar que de alguna manera Borges realiza un homenaje a su padre en el poema.

La nota 377 es sobre la inexistencia de Matilde Urbach. Durante mucho tiempo se pensó que era un amor adolescente de Borges pero existe una explicación más sencilla. Matilde Urbach es el personaje de la novela Man with four lives de William Joyce Cowen (dicho sea de paso, una novela virtualmente imposible de conseguir). Lo que se conserva es una reseña realizada por Borges de esa novela en la revista El Hogar. De modo que el nombre de Matilde Urbach sale de la novela, según esta hipótesis, y no corresponde a ninguna persona existente.

Otras notas muy interesantes son, por ejemplo, la nota 177 sobre el Poema de los dones, la nota 34 sobre el terror de los espejos, la nota 15 sobre la unificación de las figuras de Borges y Homero, o la nota 148 sobre Shakespeare y su difuminada figura tendiente a la nada.

Finalmente diré que este libro tiene la virtud de no aburrir. La enorme escritura de Borges está respaldada por el trabajo inmensurable de Costa Picazo, cuyo esfuerzo valoramos y agradecemos. Tenemos la primera edición crítica de las obras completas de Borges y creo que no será la única. Empero esta será pieza de debates, discusiones, confutaciones, defensas y refutaciones. Todo esto funcionará para engrandecer la figura de Borges aún más y acentuar su posición en el centro del canon literario nacional.

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Jorge Luis Borges nació en 1899 en Buenos Aires, y murió en 1986 en Ginebra. En 1922 findó con otros escritores la revista Proa y en 1923 publicó su primer libro de poemas: Fervor de Buenos aires. A partir de entonces colaboró en Martín fierro, La prensa y Síntesis, y luego en Crítica, Sur y El Hogar. Con Ficciones (1944) obtuvo el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Más tarde fundó y dirigió la revista Anales de Buenos Aires (1946-1948), y presidió la SADE desde 1950 hasta 1953. En 1955 se incorporó a la Academia Argentina de Letras y fue nombrado director de la Biblioteca Nacional, cargo que ocupó hasta su retiro en 1973. Entre sus libros, cabe destacar: Historia universal de la infamia, Ficciones (Premio Nacional de Literatura 1956), El Aleph, El informe de Brodie y El libro de Arena. El Premio Formentor (compartido con samuel Beckett), otorgado en 1961 por el Congreso Internacional de Editores, le valió el reconocimiento internacional. Desde entonces recibió importantes distinciones de diversas universidades y gobiernos, y numerosos premios, entre ellos el Cervantes en 1980.
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3 comentarios:

  1. Hola, soy Claudia de Cordoba.Gracias por mostrar algunas de las partes del libro, esta bueno tener este tipo de informacion sobre el contenido antes de comprar un libro tan caro!
    Muy buena la revista! y estoy a la espera del Volumen 3 y vuestra reseña.

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  2. Muy bien. Ahora lo negativo (además de algunas desprolijidades lamentables, especialmente en el tomo III, recientemente editado) es el silencio que rodea a estas publicaciones, que deberían de tener mucha más difusión, como por ejemplo la monumental edición de Sobre héroes y tumbas a cargo de María Rosa Lojo. Obras enormes, fundamentales, y que se discuten y difunden tan poco. Así nos va.

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  3. Ya esta el tomo III!!! no va a haber reseña?? la revista se dejó de hacer?? por favor, no me bajen los brazos!
    Gaby

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