LOS ANIMALES SALVAJES, de Griselda Gambaro

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Por Micaela Silva


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DE ANIMALES Y SÍMBOLOS



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Ecos de una tradición milenaria


El viejo encanto que tenían las fábulas de Esopo o de Jean de La Fontaine es recuperado por Gambaro en Los animales salvajes, libro de cuentos breves. Aquí, los animales que aparecen se nos presentan con las cualidades humanas universales. El primer pacto que se establece con el lector, entonces, es con esa vieja tradición didáctica.


Los siglos de cultura han convertido hoy al género fabula en un género infantil, pero en su origen tales textos estaban destinados a los adultos, baste recordar las fabulas del zorro y el cuervo, la fabula del caballo y el león o la fábula de los cuervos y los búhos que Don Juan Manuel intercala en el libro de El conde Lucanor, libro didáctico destinado a aleccionar a los caballeros y hombres de bien de castilla. Los cuentos de Gambaro parecen anclar más en esa tradición que en la percepción actual de la fábula, es decir, aunque admiten una lectura superficial, también proponen un espacio de lectura profunda para el lector adulto y atento.



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El símbolo


Un actor famoso decía que para interpretar un papel se imaginaba a sí mismo como el animal que fuera capaz de resumir y concentrar las características de ese personaje. Esa estrategia actoral también proviene de la tradición de las fábulas: un animal sintetiza una característica humana. Gambaro, la gran dramaturga, realiza la misma operación al “humanizar” a ciertos animales, o si se quiere, “animalizar” a ciertos personajes humanos.


El animal, como figura simbólica, se constituye como una síntesis o concentración de significados. En Los animales salvajes aparecen los temas que a Gambaro preocupan más y de cierta manera enriquece esos símbolos: la violencia, la belleza, la soledad, el miedo, la generosidad, la melancolía, etc.


El aporte de Gambaro es muy rico y contribuye a seguir alimentando esos símbolos del Hombre, esos espejos que nos muestran, a veces con más claridad, a veces con imágenes grotescas, la cara de la Humanidad. Como suele suceder, tenemos que mirar al otro para vernos a nosotros mismos.



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Sin moralejas


No podemos decir que el libro Los animales salvajes sea un libro de fábulas estrictamente. En cambio, sí que sigue una tradición muy antigua. La gran diferencia formal que presenta este libro con el género Fábula, es la ausencia de moralejas. Gambaro no necesita escribir una moraleja para dejar en claro una idea, un principio o una posición crítica. El desenvolvimiento natural de la escritura construye la idea que empuja la narración hacia adelante.


Cada cuento del libro lleva el nombre del animal protagonista: oso hormiguero, rinoceronte, tigre, cocodrilo, bicho bolita, mosca, hormigas, jirafas, caballos, águila, pato, colibrí, perro, mona, gato. Ese es el zoo que maneja Gambaro. En ellos predomina la fantasía, el extrañamiento, la voz inesperada de un animal, la aparición sorpresiva de una figura insospechada, el deslumbramiento y la composición de escenas surrealistas como la que ilustra la tapa: un rinoceronte en la bañera. Los cuentos que componen el libro son breves y de lectura ágil, construidos sobre una aparente sencillez debajo de la cual se encuentra siempre una reflexión profunda sobre el hombre.




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Griselda Gambaro, novelista y dramaturga. Nació en Buenos Aires en 1928. Comenzó a escribir tempranamente, dedicándose en principio a la narrativa, género que alternó después con la dramaturgia. Durante la dictadura militar argentina, un decreto del general Videla prohibió su novela Ganarse la muerte por encontrarla contraria a la institución familiar y al orden social. Debido a esto y a la situación imperante, se exilió en Barcelona, España. Actualmente reside en un barrio suburbano de la provincia de Buenos Aires.
Entre sus obras se encuentran: Real envido - La malasangre - Del sol naciente - Dar la vuelta - Información para extranjeros - Puesta en claro - Sucede lo que pasa - Viaje de invierno - Nosferatu - Cuatro ejercicios para actrices - La casa sin sosiego - Es necesario entender un poco-Viejo matrimonio - Una felicidad con menos pena - Nada que ver - Cada cosa en su lugar - De profesión maternal, entre otras.
En lo que se refiere Narrativa publicó: Madrigal en ciudad (Ed. Goyanarte, 1963 Premio Fondo Nacional de las Artes); El Desatino (Emecé Editores, 1965 Premio Emecé); Una felicidad con menos pena (Ed. Sudamericana, 1967. Mención especial en el concurso de novela Primera Plana- Sudamericana); Nada que ver con otra historia (Ediciones Noé, 1972. 2da.edición, Torres Agüero Editor, 1987); Ganarse la muerte (Ed. De la Flor, 1976); Los animales salvajes (Norma, 2006).


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1 comentario:

  1. Buenísimo cuentos. Los he disfrutado mucho. Y los he utilizado para el taller de lectura. Muchas gracias. Desde Lima, Ce http://abraelazuldelcielo.blogspot.com

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SUDOR DE TINTA

Revista cultural.